jueves, 14 de septiembre de 2017

ADULTOS CON AFECCIONES CRÓNICAS : VACUNENSE

Adultos con afecciones crónicas: Vacúnense
Los CDC recomiendan que los adultos se pongan ciertas vacunas para ayudar a evitar enfermarse y propagar enfermedades. Las vacunas que se recomiendan son particularmente importantes para aquellos con afecciones crónicas, quienes son más propensos a presentar complicaciones por ciertas enfermedades prevenibles con vacunas. Averigüe cuáles son las vacunas que los CDC recomiendan que usted reciba.
Las vacunas son una medida importante en la protección de los adultos contra enfermedades graves y a veces mortales. Aunque usted se haya vacunado a una edad más temprana, la protección de algunas vacunas puede desaparecer con el tiempo o los virus o bacterias contra los que las vacunas lo protegen cambian, por lo cual su resistencia no es tan fuerte. A medida que usted envejece, puede que también esté en riesgo de contraer enfermedades prevenibles con vacunas debido a su edad, trabajo, pasatiempos, viajes o afecciones.
Los CDC recomiendan que todos los adultos reciban las siguientes vacunas:
Los adultos con ciertas afecciones crónicas son más propensos a presentar complicaciones, incluidas enfermedades de larga duración, hospitalización e incluso la muerte a causa de algunas enfermedades prevenibles con vacunas. Hable con su profesional de atención médica para asegurarse de estar al día con las vacunas que los CDC recomiendan para usted.
Pregúntele a su médico qué vacunas son adecuadas para usted.
Enfermedades cardiacas
Las personas que tienen una enfermedad cardiaca* o aquellas que han tenido un accidente cerebrovascular tienen más riesgo de sufrir complicaciones médicas graves a causa de la influenza, incluido el empeoramiento de su enfermedad cardiaca. Entre los adultos hospitalizados a causa de la influenza durante la temporada 2015-2016, las enfermedades cardiacas estaban entre las afecciones crónicas que ocurrían más comúnmente.
Los CDC recomiendan que las personas con enfermedad cardiaca reciban la vacuna anual contra la influenza. También deberían recibir las vacunas antineumocócicas* una vez  como adultos, antes de los 65 años, y luego dos dosis más a los 65 o mayores. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre enfermedades cardiacas y vacunas.
Enfermedades pulmonares
Las personas con asma,* enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) u otras afecciones de los pulmones, tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones a causa de la influenza aun cuando la afección sea leve y los síntomas estén controlados. Debido a que las personas con asma y con epoc tienen vías respiratorias sensibles, la inflamación debido a la influenza puede causar ataques de asma o empeorar el asma y los síntomas de la epoc. Aquellos con asma, epoc u otra afección de los pulmones son más propensos a contraer neumonía u otra enfermedad respiratoria después de haber tenido la influenza en comparación con aquellos que no tienen estas afecciones.
Los CDC recomiendan que las personas con asma, epoc u otras afecciones de los pulmones reciban la vacuna anual contra la influenza. Si usted tiene una afección pulmonar, también debería recibir las vacunas antineumocócicas,* una vez como adulto antes de los 65 años y luego dos dosis más a los 65 o mayor. Puede que su médico le recomiende otras vacunas según su estilo de vida, hábitos de viaje y otros factores. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre enfermedades pulmonares y vacunas para adultos.
Diabetes
Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 tienen un mayor riesgo de contraer la infección por el virus de la hepatitis B. La hepatitis B puede propagarse a través del uso compartido de los medidores de glucosa en la sangre, los dispositivos de punción de dedos u otros instrumentos para el cuidado de la diabetes, como las plumas para administrar insulina. Las personas con diabetes, aunque esté bien controlada, son más propensas que aquellas que no la tienen a sufrir complicaciones a causa de la influenza, tales como la neumonía, que puede requerir hospitalización. Además, tener una infección puede hace más difícil controlar bien el azúcar en la sangre.
Los CDC recomiendan que las personas con diabetes reciban las vacunas antineumocócicas* una vez como adultos antes de los 65 años de edad y luego dos dosis más a los 65 o mayores, una vacuna anual contra la influenza* y una serie de vacunas contra la hepatitis B* si tienen entre 19 y 59 años de edad. Si usted tiene 60 años de edad o más, pregúntele a su médico si debería recibir la vacuna contra la hepatitis B. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre diabetes y vacunas para adultos.

TOMADO DE ENVIO DEL CDC DE EEUU 

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