sábado, 18 de noviembre de 2017

SOMOS LOS PIRATAS nace en Monte Caseros , triple frontera

 El tema más escuchado de los Auténticos Decadentes lo escribió una montecasereña
"Hace cuatro años escribí una nota con el objetivo de publicarla en una revista de rock. Pero eso, por diversas razones, nunca pasó. Quería contar la historia de un tema que se convirtió en un clásico y del que estuve cerca en la época de grabación de Cualquiera Puede Cantar, por ser amiga de una de las compositoras. A 20 años del tema, Felicidades, Auténticos Decadentes, felicidades Liliana Meza." Karina Ocampo Follow -Locutora y Periodista-
"Dicen que detrás de todo hombre hay una gran mujer. Pero ¿quién se esconde tras el éxito de Los Auténticos Decadentes?
“Soomos los piraaatas” cantan los amigos en medio del descontrol mientras el alcohol desborda los vasos de cualquier fiesta y la voz de Cucho dice que después del cabaret, nos vamos para el sauna. Entonces los más borrachos bailan con la corbata en la cabeza y en un estado cercano al éxtasis, casados y solteros se abrazan en perfecta comunión de testosterona.
El tercer tema del disco Cualquiera puede cantar, Los piratas, es uno de los mayores himnos de los Auténticos Decadentes, y una oda a la trampa masculina dentro de la historia del rock nacional. Es además un guiño a las películas de Olmedo y Porcel, objeto de culto para varias generaciones. Pero casi nadie sabe que la letra de la canción fue escrita en gran parte por una mujer.
El dato que se le escapó a la historia, salvo por un registro en SADAIC, empieza un tiempo antes de la creación del tema. Fue cuando el bajista Pablo Armesto, de gira argentina con los Decadentes, conoció a Liliana Meza en una fiesta al aire libre. Ella había viajado con amigas en carpa a Entre Ríos, y después del show, él le dejó su número de teléfono en un paquete de cigarrillos. Lo que podría haber sido un flechazo pasajero se transformó en un noviazgo a la distancia. Y después de cientos de llamadas y escapadas a Corrientes, el músico y la locutora decidieron vivir juntos en la capital de donde todo pasa. Ella se mudó a su departamento, cerca del Botánico, y comieron perdices. Por un tiempo.
En eso andaban por el verano de 1996. Liliana cuenta que festejaban su cumpleaños en un restaurante con Pablo y el padre. Entre el plato principal y el postre, Pablo les dijo que para el siguiente disco todos los integrantes de la banda tendrían que componer temas.
-Anotó los temas en una servilleta, una era sobre el Chancho de los trenes, el otro sobre el apoyador. En eso, entró un tipo muy petisito con una mujer grandota, con unas tetas enormes, mucha producción. Él tenía anillo y era obvio que esa no era la mujer. Entonces el padre dijo: “mirá, de eso deberías hablar”.
Así fue como nació la idea, los dos le atribuyen al padre el origen de la idea. Pablo recuerda que empezó a escribir frases para El pirata, todavía en singular.
Para Liliana era todo nuevo. La ciudad enorme, el novio músico y el entusiasmo compartido por el futuro disco. Los martes y jueves él volvía de la sala de ensayo y se quedaba sacando melodías con la guitarra.
-Tenía un cuaderno Gloria de tapa blanda, y lo llenaba de notas y letras. Una tarde en el patio de comidas de Galerías Pacífico, nos quedamos charlando sobre el tema. Yo me acordé de las excusas que ponía mi viejo, de las historias de la gente de mi pueblo, de Monte Caseros.
 Él tiró la frase: “En días de la semana, en horas calculadas, cruzamos la bandera, un grupo de piratas”. Salió de una. A ella se le ocurrió “viernes de asados con amigos, problemas con el auto, hoteles alejados, agenda escondida, lugares sin testigo, una doble vida”.
La letra ganaba en sentido y consistencia. En medio de los recitales y la vida cotidiana de la pareja, Pablo escuchaba vinilos, tocaba la guitarra y tomaba té. Liliana compartía las madrugadas con mates correntinos.
Cada tanto, algunas palabras salían a la superficie y los sacaba del silencio de la composición.
-Y no te olvides-recuerda que le dijo una noche –. “Nos sacamos el anillo carcelero y vivimos una noche de solteros”. Esa fue la gran frase por la que creo que él decidió que el tema sería mío.
Letra y música disco
A Pablo le gustaba la estética de las comedias de los 70 y principios de los 80. Había crecido con esas películas que apuntaban al doble sentido y mostraban mujeres pulposas con poca ropa. Con Olmedo y Porcel lejos de la tragedia y de la muerte. Ya imaginaba el video, con cama giratoria, luces, gatitas y ratones. Pero todavía faltaba para eso. Antes iba a tener que conseguir que el tema fuera aceptado por los compañeros de la banda.
Tal vez porque era la primera vez que intervenía una mujer, o porque esa mujer era la novia de uno de los músicos, o porque en el final la letra terminaba como una burla a la viveza del macho: “Y el día menos pensado, con cara de cansada, el pirata vio salir del telo a su mujer”. La cuestión es que pasaba el tiempo y no la ensayaban.
Le decían que era muy larga, que musicalmente no cerraba. Cada vez que ella le preguntaba, la respuesta era la misma. Tocaban otras, las que más tarde serían cortes de difusión. Hasta que un día llegaron a un acuerdo: sacarían ese final. Después hicieron los arreglos, le pusieron las trompetas y la dejaron lista para la etapa de grabación.
-Desde el minuto cero él me dijo: “ésto es tuyo, lo hiciste vos, conmigo, pero lo hiciste vos”. Tranquilamente podría haberse quedado con el tema. Yo recién llegada de Corrientes no sabía nada de derechos de autor ni de SADAIC. Entre nosotros le decíamos, “nuestro hijito” era el tema que habíamos gestado en casa y yo lo había hecho en mi afán de ayudarlo y porque estaba enamorada. Nadie esperaba la repercusión que tuvo.
Los Auténticos Decadentes venían del éxito de Mi vida loca y se dirigían hacia otro, con disco de platino incluido. Hasta entonces, los encargados de las letras se habían repartido entre Gustavo Cucho Parisi, Jorge Serrano, y alguna participación ocasional del resto. Pero habían tirado al aire una hipótesis y la tendrían que demostrar. “Cualquiera puede cantar” era un desafío, una propuesta casi de karaoke, de un grupo que socializaba la música, la composición y las ganancias.
Grabaron en el estudio del productor Gustavo Borner, en la época del menemato en que viajar a Los Ángeles era como tomarse un taxi. Con la colaboración de Gustavo Santaolalla, lograron uno de los trabajos más anárquicos y filosóficos. Un manifiesto punk, según el propio Serrano, en el que no importaba si lo hacían bien o mal: lo importante era cantar.
Cuando le llegó el turno a Los Piratas, llamaron a una hotline y en inglés tarzánico le explicaron a la mujer que los atendió, que necesitaban que dijera “miau”. Es la voz sensual de esa yanqui desconocida, la que contesta al llamado del celular en el inicio del tema.
Cazador Pirateado
La presentación del disco fue en el desaparecido Dr. Jekyll, un reducto rockero de la zona de Belgrano. Fue a principios de 1997 cuando tocaron Los Piratas por primera vez.
-Esa noche estaba nerviosa, trataba de mirar la reacción de la gente. Era un tema diferente a los que venían haciendo. No tenían vestuarista, se disfrazaban con ropa que traían de Miami o que compraban en Once. Yo le había hecho una remera, con ayuda de un amigo artista plástico. Tenía un zapato que bordé con lentejuelas, en connotación del pirata.
Pablo Armesto dice que no fue fácil que el tema pegara en el público de Los Decadentes. “Era una banda de sonido, la gente no estaba acostumbrada a eso, tal vez el video ayudó a que tuviera difusión”.
Lo dirigió junto al realizador Diego Chemes, y cumplió el sueño de tener a Divina Gloria, una chica con sello Olmedo, como una de las protagonistas. Aunque no consiguieron a Ricardo Bauleo, se dieron el gusto de incluir amigos, gatos esculturales, música disco y una estética Mau Mau que funcionó como invitación irresistible para unirse a la fiesta. Tanto que hasta Andrés Calamaro quiso participar y la jugó de dandy con tapado de piel. Y si en la primera escena Cucho despedía con un beso a su mujer, Divina Gloria, para irse de trampa, al final las cosas le salían mal. Como en la idea original del tema, la abnegada ama de casa resultaba también ser una pirata.
Pablo nunca se identificó con el protagonista de la canción, ese no era su papel. “Yo no era un playboy, menos un pirata”. Para él todo el asunto fue una especie de broma que se les fue de las manos. Tampoco imaginó la repercusión que tendría el tema ni que años después el público se seguiría identificando con él.
En 1998 el tema estaba en su máximo esplendor, pero la pareja no daba para más. “Los Piratas” sonaba en todos lados, y ellos se habían separado. Para Liliana al principio era duro escucharlo.
Me daba repulsión, me hacía mal. Pero me acostumbré y con el tiempo hasta lo empecé a disfrutar. Hoy me acuerdo con cariño de esa época, que parece otra vida. Cuando voy a un lugar, una fiesta, y veo que los tipos saltan abrazados, como una cosa de “acá estamos los machos”, “a ver quien la tiene más larga”, pienso que hasta para ese himno de los machos hubo una mujer. Eso es lo que más me gusta. Más allá de que mi nombre figure, es una revancha de la vida de todas las mujeres, de las que se burlaron los piratas."
Karina Ocampo Follow
Locutora y Periodista. Tuve un blog en OhLaLa! La vida en verde. A veces escribo en La Agenda, La Gaceta y Letras Libres. Compartiré algunas de mis notas acá. Medium.com
Letra Los Piratas
En días de la semana
En horas calculadas
Izamos la bandera
Un grupo de piratas
Llamadas misteriosas
Encuentros clandestinos
Hoteles alejados
Lugares sin testigos
Nos sacamos el anillo carcelero
Y vivimos una noche de soltero
Somos los piratas
Nos gusta la aventura
Las noches de bailanta
Somos los piratas
Toda una vida fiel
Al gato y a las trampas
Un viaje de negocios
Reuniones de trabajo
Problemas con el auto
Rebusques del pirata
Patines y levantes
Programas todo el día
Una agenda secreta
Con una doble vida
No tenemos vacaciones ni feriados
El gremio del pirata es muy sacrificado
Autores de la canción: LILIANA GLADYS MEZA / Pablo Exequiel Armesto

Tomado de monte caseros online 

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